lunes, 18 de abril de 2011

SHEEPS AND MOUNTAINS

Con este título había un cuadro en un bar de mi escasa ciudad hace bastantes años. Era, como su nombre bien dice, algunas ovejas en medio de un campo verde, con un par de montañas o tres al fondo. Me imaginé a una de esas ovejas planeado una huida, en busca de una vida mejor. Como yo me siento a veces en este rebaño de vida. Lo transcribo a continuación.

SHEEPS AND MOUNTAINS – Pensamientos ovinos (o no)

“El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad” - Victor Hugo

Siendo una oveja, hablar del destino parece una estupidez. Una va y viene del campo a la granja y viceversa, sin otro propósito en la vida que comer, dormir, dejarse desnudar por un humanoide una vez al año y poco más. A veces, tenemos que aparentar que somos animales dóciles y mansos ante las visitas. “Mira qué bonita esta, papá...” o “ah, mira, aquella oscura de allí es la mamá oveja de la familia...” qué graciosos estos humanos. Nosotras agachamos la cabeza y aguantamos la risa como buenamente podemos.

Pero yo, convencida de mi condición de oveja no me resigno, sin embargo, a ser cautiva forzosa en este estúpido lugar. Yo soy una oveja diferente. Ya cuando nací mi padre decía... bueno, balaba “esta va a ser grande, sí señor”. Me bautizaron Dolly, por una oveja famosa de la que sólo se sabía el nombre; nadie sabía de qué rebaño procedía.

El caso es que yo tengo planeado hacer grandes cosas. Quiero ser libre como esos estúpidos perros que creen que nos gobiernan cuando estamos en el campo. Sí, yo seré libre para ir y venir, para poder balar con quien yo quiera de los temas que siempre he querido balar: agricultura, política, medio ambiente... quiero sentirme parte del mundo del que me hablaron mis padres, y no de este asqueroso redil tan mecánico, tan previsible, en el que todo está tan visto que lo puedes hacer con los ojos cerrados.

Además, ya tengo pensado cuándo me voy a escapar. Incluso tengo una amiga, Blanquita, que quiere huir conmigo; juntas, haremos historia, estoy segura.

Será cuando amanezca. Aprovechando la semipenumbra de la mañana, escaparemos por un hueco que hay entre los barrotes; no esperaremos ni a que cante el gallo. Cuando el amo se levante, estaremos lejos, muy lejos.

Aunque... lo cierto es que madrugar nunca me ha ido bien. Casi mejor lo haremos después de que el amo come, que se queda como muerto en el porche de la granja. Eso será lo mejor.

O por la noche, será lo más prudente. Así no pasaremos calor. Además, tendríamos más tiempo hasta que el amo pudiese darse cuenta de que no estamos. Aunque siendo blancas, no pasaremos inadvertidas en la oscuridad de la noche... no sé, no sé...

Será mejor que lo organice mejor, con más tiempo. Ahora voy a comer algo, que con tanto pensar me ha entrado hambre... ¿a qué zona nos llevarán hoy? Bueno, da igual... el caso es comer...

"Los cobardes son los que se cobijan bajo las normas" - Jean Paul Sartre

Salud!

SP

ESTOY DE VACACIONES… QUÉ REMORDIMIENTO!!

En atención a mi sobrina, con la que hablaba ayer mismo en torno a mi falta de atención a este blog, y también en atención a mi propia conciencia, que me recordaba una y otra vez mi desdén ante un escaparate tan bueno para mis desahogos emocionales, como es este diario electrónico que tienes ante tus córneas, hoy escribo sobre lo que me tiene atareado en esta mañana de lunes de semana que llaman santa.

Estoy de vacaciones. Desde hoy lunes hasta el próximo lunes, incluido; eso, para cualquier mortal normal y corriente, sería algo bueno. Vamos, no se me malinterprete, que yo estoy contento como unas castañuelas. Duermo unos minutos más por la mañana, me acuesto algo más tarde por la noche, como algo más que no debería por la mediodía… con el añadido de que en un par de días, en virtud de mi condición de vacacionero, me voy unos días a la playa, a dejarme mojar por el mar. O por la lluvia, que viene mal tiempo para final de semana, vaya suerte la mía y la de todos mis compañeros.

Y no puedo evitar sentirme raro. No mal, ni enfermo, sino simplemente raro; extraño ante un mundo que se mueve normalmente, en el que yo estoy extrañamente estático; a todos los efectos, hoy es día laborable, y yo estoy aquí, sin hacer nada realmente productivo para el país. Sé que es de memos estar así, esto de las vacaciones es un gran invento pero yo no llevo del todo bien.

Sé positivamente que en este punto algún insensato que me lea estará pensando entrecomilladamente “joío tonto, dámelas a mí, que verás como no me siento raro ni na…”. Hombre, estoy raro pero no gilipollas!! Por otro lado también estoy seguro de que esto de unos días libres vienen bien para cambiar un poco el chip, desfragmentar el disco duro de tanto trasiego diario, hacer cosas diferentes. Para mí lo más importante de estos días libres es estar tiempo con mi pequeña diabla. Y a partir del miércoles, también con mi querida esposa, muy concentrada con sus cosas ya que para ella no hay vacaciones estos días exceptuando los propios de esta semana que llaman santa.

Puede ser que estoy preocupado, empáticamente hablando, de los problemas de mucha gente que no tiene trabajo, o que está pasando malos tiempos por la situación que vivimos en este nuestro planeta. No puedo evitar sentirme “sucio” moralmente disfrutando de tiempo libre, sabiendo que dentro de ocho días vuelvo a mi mesa, a mi ordenador, a mi trabajo (con el que estoy encantado, dicho sea de paso). Una sensación difícil de explicar, no sé si a alguien le habrá pasado.

Tiendo a ponerme en la piel de la gente en cualquier situación y ocasión dolorosa. Pienso en cómo me sentiría, en cómo viviría cualquier problema con el que a menudo nos encontramos en la tele, siendo únicamente testigos lejanos, ya que nos coge lejos. Y si en mi casa hubiese habido un terremoto seguido de un tsunami y de una puta fusión nuclear? Cómo me sentiría si un dictador masacrase a mis amigos, a mis vecinos, y yo no pudiese hacer más que huir corriendo o morir corriendo. Con lo mal que llevo yo correr. Esto de la empatía es curioso; no sé por qué no puedo ponerme en cosas buenas, en buenos momentos. Supongo que es el melodramatismo que me caracteriza últimamente.

Supongo que será mi próxima futura doble paternidad; que no se asuste nadie, doble porque es mi segundo hijo o hija. Si fuesen mellizos, ya me hubiese dado un patatús a mí el primero. Muchas veces pienso en que es una cierta locura traer más sujetos a este podrido mundo; más bocas que alimentar, más heridas que curar, más pasiones que frenar… después recuerdas (porque se puede recordar algo que no ha pasado aún) los pañales, las sonrisas, los castillos de arena en playa, las noches sin dormir, los frascos de jarabe para la fiebre… y se te olvida todo.

Vivimos unos tiempos duros; seré objetivo. Alguna gente vive tiempos duros. Yo pertenezco a esa clase social que al menos puede decir que tiene algo, que mantiene un trabajo y que puede mirar al futuro con cierto optimismo. En cierto modo, se me podría considerar un tipo con suerte. Por qué, pues me siento tan raro?

En fin, me iré a dar un paseo a ver si pienso mejor. O mejor una copita con mi amigo J. O me espero a que P se despierte y nos vamos a la estación, que le gustan los trenes… por favor, que acaben ya las vacaciones!!!!

SP