Sirvan estas líneas para cuentar (convertir en cuento, me permito esta licencia palabril) mi teoría sobre las relaciones sociales (de todo tipo) tras encontrar cierta similitud entre dos equipos de fútbol, ese deporte detestable que idiotiza e hipnotiza a partes iguales a la mayoría de ciudadanos del mundo, en especial a los de género masculino (hombres...).
Ante todo quiero destacar mi condición de profano en los entresijos de aquel apasionante juego(léase con sarcasmo, por favor); aunque pienso que lo que hace que mire el fútbol sin demasiada pasión puede ser lo que me haga ser bastante justo e imparcial, sin dejarme llevar por preferencias o por la corriente del equipo más popular en cada momento.
Pues bien, esta es mi opinión de los dos equipos que me sirven de título para estas líneas.
REAL MADRID. Equipo bueno, con muchos jugadores que cobran mucho por hacer poco, que cada vez ganan más por cualquier otra cosa que no sea su profesion (lease con sarcasmo otra vez), y que juegan bien según dicen los que entienden, aunque dando demasiado rienda suelta a los individualismos. Endiosados, prepotentes, esas individualidades hay veces que les sale bien, y otras que les sale mal (la mayoría, así les ha ido esta liga casi terminada y ya ganada por el contrincante).
FUTBOL CLUB BARCELONA. Equipo bueno, con muchos jugadores que cobran mucho por hacer poco, que cada vez ganan más por cualquier otra cosa que no sea su profesión (otra vez el sarcasmo), y que juegan bien según dicen los que entienden, con un concepto de juego bastante colectivo. La pelota parece que les quema entre los pies, verlos jugar es ver el movimiento. Por cada jugador del equipo contrario, en cualquier punto del campo, hay tres o cuatro del Barça, con la particularidad de que si los ves por la tele, por cualquier lado te puede salir otro jugador más que desbarata tu idea de lo que iba a pasar. Igualmente endiosados como los anteriores (las cosas como son), ese juego colectivo les ha ido bastante bien, como arrojan los resultados que han obtenido, campeones de liga antes de su finalización.
Vaya, y eso que no sabía de futbol.
El caso es que llevo bastante tiempo pensando en que las relaciones humanas son iguales. Hay personas que son como el Madrid, piensan en hacer sus cosas, en disfrutar o simplemente disponer de su tiempo libremente, sin pensar en el contrario y mucho menos en el resto de su propio equipo. Solo en algunas ocasiones te brindan el poder disfrutar de su compañía y de su calor. Sin olvidar que son buenas personas, eso está claro y está fuera de toda duda. Aunque esa clase de individualidades ocasiona mucho desasosiego al resto del conjunto. En el extremo contrario tienes al Barcelona.
Aplicado a lo que cuento en este cuento (hey, el juego de palabras...), en este caso uno de los dos es el que intenta conciliar, compartir, en otras palabras "mueve la pelota" y da fluidez a todo.
En fin, así lo veo yo. Siempre he pensado que en cualquier tipo de relación uno da más que otro, eso es inevitable y natural, ya que el equilibrio entre personas no existe. Somos demasiado diferentes. Yo tengo ya bien asumido que a mi me toca el papel del Barcelona. Y ojo, que no tengo ningún problema con ello, estoy bien, al menos de momento.
Pero muchas veces me planteo por qué cojones siempre me tengo que juntar con una del Madrid!!!!!
Saludos.
SP